Técnica del cepillado dental
Existen
muchas técnicas, pero cabe destacar que más que la técnica lo importante es la
minuciosidad, el cuidado con el que se realiza el cepillado, consiguiendo así
el mismo resultado con cualquiera de las técnicas.
Aunque
está claro que existen casos en que debido a determinadas patologías o factores
como la falta de cooperación o falta de destreza manual se recomienda una
técnica determinada. Es importante en todas las técnicas seguir un orden que
deberá ser siempre el mismo para no olvidar ninguna superficie dentaria.. Para
enseñar a la gente a cepillarse hay que enseñarles una rutina: en primer lugar
cepillar la mitad superior derecha por la parte externa, seguida de la mitad
superior izquierda también por la parte externa, mitad inferior izquierda y
mitad inferior derecha también por la parte externa. Seguiremos otra vez el
mismo orden pero ahora por la parte interna. A continuación las caras
masticatorios u oclusales de los dientes y por último cepillaremos la lengua.
En total la técnica de cepillado correcto debe durar entre 2-3 minutos.
Cabe
destacar las distintas técnicas existentes aunque no todas ellas son
utilizadas:
Técnica de fregado u horizontal. Es una técnica sencilla y la más recomendada en
niños. Consiste simplemente en "fregar" los dientes con movimientos
horizontales.
Técnica circular o de Fones. Es la técnica recomendada en niños más pequeños,
dada la menor destreza a la hora de realizar el cepillado dental. Consiste en
movimientos circulares amplios con la boca del niño cerrada, abarcando desde el
borde de la encía del diente superior al inferior. Con ella se consigue
remoción de la placa y al mismo tiempo se masajean las encías.
Técnica vertical. Con los dientes contactando se van cepillando de
arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.
Técnica del rojo al blanco. Se cepilla desde las encías hacia el diente. Los
penachos se sitúan en la encía y vamos haciendo movimientos de arriba hacia
abajo en la arcada superior y de abajo hacia arriba en la arcada inferior.
Técnica de Bass. Es la más efectiva. Sitúamos el cepillo con una
inclinación de 45º. Se trata de realizar unos movimientos vibratorios
anteroposteriores, pero sin desplazar el cepillo de su punto de apoyo. Deben
ser movimientos muy cortos para que las cerdas se flexionen sobre sus propios
ejes pero que las puntas no se desplacen de los puntos de apoyo. Así
conseguimos desmenuzar la placa bacteriana, que asciende por el penacho, por lo
cual cada vez tenemos que lavar bien el cepillo porque los penachos se cargan
de placa bacteriana. Es una técnica muy recomendada en adultos. Se deben ir
cepillando de dos o tres piezas, siguiendo la secuencia que hemos explicado
antes. En la cara masticatoria de los dientes hacer movimientos de fregado
rápido para eliminar todos los restos de alimentos.